domingo, 7 de marzo de 2010

Adelantado a su tiempo

Otro de los efectos observables gracias a la lampara de lenteja de carbono guardaba relación con el fenómero conocido como resonancia.
A la hora de explicar el fenomeno de la resonancia Tesla recurria a la paradoja de la copa de vino y el columpio.

Cuando una nota de un violín resquebraja una copa de cristal hasta romperla, deducimos que las vibraciones del aire producidas por el instrumento están en la misma frecuencia que las vibraciones de las moléculas que componen el cristal.

Si una persona de 100Kg se está columpiando, y que un chico de solo 25Kg empuja con una fuerza equivalente a medio kilo. Si el muchacho acompasa sus empellones hasta hacerlos coincidir con el vaivén del columpio y aumenta en medio kilo el impilso que imprime cada vez, a no ser que pretenda que el ocupante del columpio acabe volando por los aires, debería detenerse en algun momento.

"El principio se cumple al pie de la letra, basta con contuniar aplicando una pequeña fuerza en el momento preciso"

Puede decirse que la lampara de lenteja de carbono de Tesla es precursora del acelerador de partículas.

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